Bullying o Acoso escolar
El Bullying o Acoso escolar es una acción grupal y violenta de un grupo de alumnos hacia un compañero en el contexto escolar. El menor padece Bullying o Acoso escolar sufre agresión verbal,física y por redes sociales.
En esta agresión verbal y física siempre existe la figura de lider que organiza, propone y planifica la agresión y un grupo de compañeros de clase menores que se alían con el/la agresor/a. El objetivo de la acción violenta es humillar públicamente a la víctima para tener el poder social de líder y de grupo respetado/temido socialmente.
El origen del Bullying se da en contexto escolar principalmente y lo puede padecer cualquier menor. La Unesco, en su último informe de mayo del 2019, advierte que 1 de cada 3 estudiantes en el mundo ha sufrido Bullying o Acoso escolar como mínimo en una ocasión.
El menor víctima del bullying, recibe las agresiones del grupo públicamente, y las sufre de manera individual, anónima, muchas veces sin solicitar la ayuda de ningún adulto o compañero por las amenazas que le realizan, y provocan en el acosado fuertes sentimientos de vergüenza, frustración, rabia, tristeza y ansiedad, al no poder parar la situación. Este momento lo vive con tristeza, rabia, miedo, culpa y vergüenza. El aislamiento y la introversión suele ser muy frecuentes en el menor que padece bullying. El grupo social que no participa de la agresión de manera directa no suele elaborar herramientas de apoyo para poder acompañar a su compañero acosado o parar la agresión que este recibe, incrementando en el acosado el sentimiento de soledad y asilamiento. No existe un protocolo unánime en el sistema educativo que indique las pautas a seguir en los casos de Bullying en la escuela que en la mayoría de las ocasiones se encuentran sin herramientas ni profesionales para abordar estos episodios que, desafortunadamente, se dan cada día con mayor frecuencia.
Síntomas del Bullying o Acoso escolar
No existe ninguna característica física, psicológica o cognitiva común que evidencie que un menor sea susceptible de padecer un proceso de Bullying o Acoso escolar. Sin embargo, estudios realizados, demuestran que la forma en que se produce el Bullying o Acoso escolar, en la mayoría de los casos, sigue el mismo patrón de comportamiento y secuencia de acoso a la víctima. Es una agresión verbal y física grupal que se entiende como un proceso de socialización no saludable con el objetivo de control, poder y grado de jerarquía en el grupo. Ocurre siempre teniendo como objetivo la humillación de la víctima. La recompensa de poder es inmediata al igual que el reconocimiento social del líder y su grupo también, hecho que facilita su acción repetida al mismo/a menor. Los referentes escolares, sociales, sanitarios y los progenitores o tutores legales son los conocedores de la situación. De su implicación conjunta dependerá el cese del Bullying, sancionando o denunciando la acción y trabajando mediante terapia tanto con la víctima que padece Bullying, como con el agresor y sus tutores.
La sintomatología susceptible que se da en un/a menor que padece Bullying o Acoso escolar y que deben tener en cuenta tanto tutores como profesionales son
- Insomnio.
- Pérdida o excesivo apetito.
- No quiere ir al cole.
- Cambio en su estado de ánimo de repente.
- No hablar de sus compañeros.
- Llamadas del colegio por malestar físico repentino del menor.
- Tristeza.
- Cambios en el rendimiento escolar.
- No tener amigos
- No sale de su habitación
Es importante entender que se trata de sintomatología común al Bullying cuando no hay ninguna patología física o cognitiva que explique estos síntomas de otro modo. Siempre es recomendable acudir a un profesional sanitario para confirmarlo.
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Tratamiento del Bullying o Acoso escolar
Los especialistas en Psicología Infantil de Psicodinamic reciben habitualmente a padres desbordados por la situación de Acoso o Bullying de sus hijos que expresan que "a mi hijo le pegan" o se "meten con mi hijo" y buscan ayuda para para la situación y que el menor deje de sufrir por ello.
Un acto agresivo siempre debe ser escuchado y tomado en consideración por los profesionales y referentes educativos, sociales y los progenitores. Sólo haciendo una escucha activa de los relatos de los/las menores y dando los recursos adecuados de ayuda tanto al agresor como al/la menor que padece el abuso podremos conseguir el cese de la situación de abuso. En el contexto educativo, así como fuera de las aulas, el adulto debe responsabilizarse y dar respuesta ante estos sucesos. Cuanto antes pueda ponerse en tratamiento terapéutico esta situación, menor será el tiempo de estrés por traumático que pueda padecer la víctima. Si el tratamiento terapéutico se realiza con el/la agresor/a, antes cesará este/a en sus comportamientos y patrones no saludables en la socialización con los iguales.
Todos los profesionales educativos, sanitarios y sociales, así como la familia que convive con el menor, son responsables del tiempo de exposición del menor ante una situación de Bullying. Esperar a que la víctima explique una situación agresiva no debe ser la única razón educativa para empezar a tratar el Bullying en las aulas y en casa. La educación en prevención del Bullying en casa y en las aulas es la mejor herramienta para que el menor no padezca Acoso escolar.
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